Imaginemos una situación: Un espectador se sienta a mirar Argentina-México y elige a Telefé como transmisor del partido. Poco importa si el televidente es hincha de algún equipo o si su posición es neutra.
Lo fundamental es que en un momento del encuentro ocurre una jugada rápida que termina en gol argentino (Carlos Tévez). Nuestro observador festejará o maldecirá, según que colores defienda. Pero, cabe la posibilidad de que tras el festejo o enojo, el espectador tenga las ganas de que se le explique si fue o no offside la jugada que derivó en el gol de Tévez. Por otra parte, puede que sienta gran curiosidad sobre la razón de lo legal o no del tanto marcado. Está claro que, al tratarse de una variante distinta al offside común, se necesita cierta explicación.
Que gran error haberse topado con Sebastián Vignolo y Fernando Niembro, pensará este pobre televidente. En lugar de escuchar una información exacta, esclarecedora que lo ayude a comprender la situación, oirá frases como: “Ya está. Cobren el gol”, “Se trata de un gol polémico”, o peor aún, asistirá a silencios extraños. Ese tipo de mutismo con el cual uno advierte que se le está ocultando algo.
Luego de comprender la jugada, el espectador entenderá que se trataba de la función periodística lo oculto (y mutilado) por estos dos personajes que cerraron sus ojos y mente con el objetivo de acrecentar nuestra (patética) viveza criolla con la cual nos creemos superiores a los demás.
Fotos: Fuente: INFOBAE