La enorme soberbia con la cual la presidenta se dirigió hacia el pueblo en sus primeras conferencias también es una actitud comprendida por el gran sector del pueblo. Pero, a mi entender, lo que más pesa sobre un enorme sector de la población no es la clarividencia del pésimo manejo de parte de los Kirchner ni las dudas sobre si el sector agropecuario que protesta son 100% pequeños productores que se verán realmente perjudicados con las medidas económicas impuestas. Lo que más se vislumbra en un enorme sector de la sociedad (entre los cuales me incluyo) es la ignorancia sobre los temas puntuales que originan el combate. Muchos no tenemos idea alguna sobre el dinero exacto que el gobierno quiere retener, ni cuanto ganan los productores (chicos, medianos y grandes), y menos aún, tenemos la plena seguridad que ese capital sujetado irá para la famosa “re-distribución social”. Los medios (al menos el televisivo, el más popular e influyente) tampoco ayudan a discernir los diferentes elementos que componen esta disputa. Simplemente se divide la cuestión en dos términos: Las actitudes desafiantes tanto del campo como del gobierno y las consecuencias que acarrea dicha confrontación. Es verdad. El principal responsable de que los números y disposiciones exactas no sean expuestos y debatidos no es culpa de los medios de comunicación. Lo es el gobierno, quién comenzó a pregonar por el “dialogo” una vez que entendió que el reclamo era en serio. Pero, de todos modos, los programas periodísticos podrían ayudar si se intentara explicar de manera técnica (sé que aún así sería difícil la comprensión) las reales consecuencias que la resolución K podría originar en los productores del agro.
Desconocer del tema no es algo negativo. Sí lo es tomar bando por un lado, solamente porque resulta creíble De Angeli cuando habla o porque me trago las palabras de Cristina cuando denuncia que el piquete está caracterizado por la abundancia. Por un lado, las entidades del campo han logrado dibujar una imagen general del productor que realiza el piquete. Todos o la gran mayoría de los trabajadores del campo son pequeños o medianos, y el decreto kirchnerista los llevará a la quiebra. O sea: No van a ganar menos de lo que venían obteniendo. Directamente desaparecerán. Sea cierto o no este argumento, es visible su carácter caótico y terminal. Por otro lado, desde el Frente para
Quizás sea un iluso, pero durante toda esta semana pensaba en lo importante que sería si esta situación se llevará a los medios de comunicación, donde técnicos y políticos (del gobierno y del campo) discutieran con números exactos y con estudios qué demostraran los efectos reales que las retenciones pueden causar a toda la gama de productores. Los periodistas explicando significados científicos y ayudando a que las propuestas queden lo más claras posibles. Soy más ilusionista, e imagino, una vez aclaradas las dos posturas, un referéndum en el cual, la población dé su opinión y acepte el resultado determinado (es cierto, soy un aún más utópico al pensar que una elección puede ser limpia si se presenta Cristina Kirchner, pero aún estoy con los ojos cerrados.)
2 comentarios:
Qué polémico se ha vuelto este blog!
coincido en algunas cosas, la raíz del conflicto está poco difundida, pero el tema data de largo...no sé sí es obligación d elos medios (mucho menos de la tele9 enterarnos de los pormenores de la situación, creo que cada individuo tiene la suficiente autonomía como para buscar la información. Igualmente, la parcialización de la información y la toma de posiciones por parte de los medios y de algunos sectores es bastante desalentadora...uno que todavía tiene sueños utópicos y quiere creer que en algún momento van a desaparecer los conflictos de clase, que la riqueza va ser distribuida correctamente y que los enfrentamientos violentos van a ser sólo amargos recuerdos de otros tiempos.
como andas
che pasame si tenes idea data de buenas peliculas para ver en el bafici.
porfa
un abrazo.
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