Las condiciones en la cuales se grabó este documental fueron las siguientes: Jem Cohen (director estadounidense) se hallaba en Georgia filmando con R.E.M, cuando Michael Stipe le aconsejó buscar a un músico que se hacía llamar Benjamin Smoke (su verdadero nombre era Robert Dickerson)
Allí fue Cohen. ¿Con que se encontró?.......Se topó con un personaje que reunía muchas características para ser filmado. Adicto a las drogas y al alcohol, verborrágico, gracioso, patético y una voz ronca con un cuerpo delgado. Como si haría falta algo más, Benjamin era homosexual y le gustaba vestirse de mujer en los escenarios.
“¿Por qué deberíamos ir todos en el mismo tono?....Si no somos todos iguales…somos diferentes”, sostiene el líder de Opal ante la cámara. Si bien sus melodías no terminan de ser un revuelo sin rumbo, sí son canciones áridas, cargadas de mucho peso afectivo y con pequeñas sutilezas que provienen de una trompeta.
El documental tomó 10 años en realizarse. Cohen creyó oportuno detener el proyecto unos meses antes de la muerte de Benjamín Smoke para poder mostrarle el material. “No dijo ni una palabra”, recalcó Joen en una mini conferencia que hizo luego de la proyección en la sala Leopoldo Lugones.
A pesar del silencio stampa de Dickerson, el director dijo no tomarlo como un disgusto, sino todo lo contrario…Y es que en la película se percibe la pasión con la cual el director quiere mostrar a un personaje tan fascinante como lo fue Robert Dickerson, con sus genialidades y sus miserias por igual.
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