Old Joy

Siempre cuando se habla de las amistades, se hace la diferencia entre el compañerismo que existe en los hombres y las mujeres con su mismo sexo. La idea oficial es que los varones se llevan mejor entre sí que las damas ¿Y que tenemos aquí?...Un film sobre la amistad (¿perdida?) entre dos amigos, dirigido por una mujer. Kelly Reichardt filma, en unos breves minutos, cómo una relación se ve afectada por el paso del tiempo y por los diferentes caminos que una persona toma.

Mark y Kurt fueron grandes amigos en el pasado. Luego de un tiempo sin verse, Kurt invita a su antiguo compañero de aventuras a un viaje por el bosque de Oregon, lugar donde, según Kurt, hay un sitio maravilloso. Durante el viaje, las diferencias entre los dos personajes se mezclan con las bromas, los desaires y la nostalgia por el tiempo que jamás vuelve. Mark está casado y espera un hijo. Es una persona ya centrada y que sólo ve al pasado como un buen recuerdo, no más…En cambio, Kurt sigue con sus antiguos hábitos, continua con sus locuras tan tiernas como infantiles, así como su ciclotimidez también sigue presente. En una frase que dirige hacia su compañero, Kurt dice: “No puedo creer que vayas a ser papá. Yo no podría. Es algo tan real”. Este fragmento es uno de los tantos momentos en el cual “Old Joy” acentúa la diferencia que existe entre los dos personajes, en cuanto al concepto de realidad y presente. También Kelly Reichardt deja en claro como todas las personas, por más desalineadas que parezcan, pueden tener algo que otra necesita. Párrafo aparte para la dulzura con la cual Reichardt filma el bosque situado en el estado de Oregon. Los bellos paisajes, más la notable banda de sonido (Yo La Tengo) son una suma de aciertos que da como resultado un film complaciente, introspectivo y con un dejo de melancólico bellísimo.