La trama es bien sencilla. Clementine (Kate Winslet) decide pedir los servicios de una empresa que borra todo conocimiento sobre una persona, sin dejar ningún recuerdo. Ella decide eliminar de su mente a su ex-pareja Joel Barish (Jim Carrey) y cuando él se entera, opta por el mismo método. Sólo que a mitad del proceso se arrepiente y debe parar el “borrado”. Pero lo debe hacer dentro de su mente, ya que está dormido y despertará una vez acabado la desintegración de los recuerdos. Joel empieza a ver los momentos gratos que compartió con Clementine, los cuales están siendo borrados y se da cuenta de que la decisión tomada no fue la correcta. Clementine y Joel son muy diferentes. Ella es compulsiva y, principalmente, impulsiva. Él es una persona que no se deja mostrar, introvertido y muy medido (reflexivo) en las decisiones que toma. A pesar de estas diferencias, los une un lazo muy fuerte: la soledad. En una frase conmovedora, Joel se pregunta: “¿Porque me enamoro de cada chica que me presta un poco de atención?”….Por otra parte, Clementine es una chica que habla mucho, exterioriza todas sus emociones sin filtro alguno, pero también es víctima de esa sensación de aislamiento. “Soy una chica con problemas, buscando la paz e
spiritual”, se confiesa. Toda esa carga emocional hace que su estado de ánimo sea inconstante, y su necesidad por aprovechar cada minuto de vida, hace que se canse rápido de las cosas. Si bien Kate Winslet es la que llama más la atención, es Jim Carrey el que, a paso lento, va llevando la película a diferentes situaciones (como si Carrey y Winslet hubiesen cambiado sus habituales papeles). Los recuerdos de la infancia son conmovedores y no sólo recurren al tema de la soledad, sino que hacen mención a las posibles causas de los problemas emocionales actuales. En otra frase enternecedora, Joel (al estar dentro de un recuerdo de su niñez, pero con la mentalidad del adulto que es) se impresiona de las ganas que tenía que la madre lo alce en ese momento. Si bien sería injusto decir que “Eterno Resplandor…”. es una película fría, vale recalcar que en muchas momentos del filme la emoción es remplazada por imágenes y relatos originales. La forma de relatar y filmar esta película, en algunas ocasiones, es un obstáculo para un verdadero desarrollo de los personajes. Y si los personajes no se pueden mostrar en su totalidad, las emociones se enfrían y no llegan a buen puerto.
Las historias de amor en esta película tienen un final agri-dulce. El de Joel y Clementine se sumerge en un enigma tan difícil de explicar como lo es el origen del universo: ¿el amor existe en sí mismo? ¿O es una un sentimiento pasajero que no se sostiene? Este interrogante deja “Eterno Resplandor de una mente sin recuerdos”, un filme que no cae en frases cursis (tan presente en historias de amor), sino que bajo el lema de que “se valora algo cuando se lo pierde”,entrega 2hs de imágenes modernas para tratar un tema de todos los tiempos: la relación entre amor y soledad.

