viernes, diciembre 31

50 Discos del 2010: 29-21

Tercera entrega. Ya con muy pocas ganas de seguir, pero con textos un poco más “rellenos”.

29) Julian Lynch: Mare

Julian Lynch ya había despertado mi atención con su primer trabajo, titulado "Orange you glad", gracias a un free-folk austero en su producción pero pretencioso en las composiciones. “Mare” sigue por los mismos caminos que “Orange…”: Melodías de baja fidelidad sonora, pero con un alto grado de espiritualidad. A veces da la sensación de que Lynch compone a miles de metros bajo tierra, con poco oxígeno y a oscuras. No queda más que tranquilizarse y adaptarse al nuevo entorno.

28) The Ex: Catch my shoe

A “Catch my shoe” se lo podría enmarcar dentro del Post-Punk bailable y agitador que se alimenta de guitarras sucias y repetitivas. Un placer auditivo para quien gusta del género. The Ex es una banda ya legendaria. O al menos eso leí, ya que recién los descubro con este disco que ha sonado mucho en las estaciones de subte. Para bailar y disfrutar de los diversos –y potentes- riff que hay en “Catch my shoe” y gritar: “Viva el Post-Punk de los 80”.

27) The Fall: Our future your clutter

¿Qué se puede decir de The Fall que no se haya dicho? [y a pesar de que este blog no ha dicho mucho]. Mark Smith es a esta altura un mito viviente que sigue componiendo, continúa gritando como un desaforado en momentos claves de las canciones y no porque sí. “Our Future your clutter” es, por lejos, muy superior al mediocre “Imperial Wax Solvent” gracias a la diversidad sonora con la cual las melodías de “Our Future...” se adaptan a las vociferaciones de M. Smith. Hay canciones decadentes, otras que parecen transcurrir en las fronteras mexica-estadounidense o en algún barrio chino. Es The Fall, como dijo Phil Spector: Siempre son diferentes y siempre son iguales.

26) Belle & Sebastian: Write about love

Belle & Sebastian fue uno de los tres grupos [Pixies y Pavement completan el listado] que, con su visita, consagraron al 2010 como el año del “indie-rock”. El recital dado en el Luna Park estaba contextualizado en la presentación de “Write about love”, un disco que si bien marca un declive en la carrera del grupo, no deja de ser un álbum disfrutable y de gran calidad. Belle & Sebastian ya no es la banda ignota que compone para el lamento de unos pocos dentro de cuatro paredes. Desde lo musical [y uno puede pensar que también sucede en lo personal] se ha notado una madurez que provoca dos reacciones adversas: Por un lado, se han perdido las composiciones más espontáneas, aquellas melodías juveniles que expresaban diversas inseguridades y miedos, siempre con una lírica ácida e irónica. Por otra parte, la desdramatización compositiva genera canciones brillantes como “Calculating Bimbo” o “I Want the World to Stop” dos gemas de altísima sensibilidad y emoción.

Pocos artistas [pienso en The Divine Comedy como excepción] pueden lograr fragmentos tan precisos y emotivos. Así como también pocas agrupaciones logran editar un álbum desparejo e irregular [y teniendo el peor tema de su carrera: “Little Lou, Ugly Jack, Prophet John” con la equívoca participación de Nora Jones] que, no obstante, gracias a sus cinco canciones descollantes, superan cualquier otro intento barroco a cargo de una nueva banda.