lunes, diciembre 28

Criatura de la noche

“Una de vampiros”, podría pensar uno antes de entrar a la sala y así realizar un primer juicio valorativo (positivo o negativo, de acuerdo al gusto por ese género). Pero no. “Criatura de la noche”, si bien tiene presente a una (niña) vampiro (con bastante sangre de por medio), corre por aguas mucho más profundas y ricas que un típico filme de este tipo.

Para empezar, la película de Tomas Alfredson centra su foco en la soledad e inadaptabilidad social de sus dos protagonistas (la mencionada niña, llamada Eli, y Oskar, un chico introvertido, quien es blanco fácil de agresión entre sus compañeros escolares). El progreso de esta relación, tan compleja como tierna, es el fundamento de “Criatura de la noche”. Las escenas sangrientas, además de ser mesuradas, no cumplen la función de asustar bajo la ley del menor esfuerzo narrativo. En efecto, “la sangre” tiene el fin de acentuar una necesidad física, vital. Eli necesita tomarla para vivir, así como entre nosotros es menester alimentarnos para no caer desfallecidos. La obra danesa tiene una ligera similitud con “Drácula” (Bram Stoker) debido al tono poético/romántico con el cual es filmada. Por otra parte, nunca se intenta caracterizar a la pequeña vampiro como el mal absoluto, sino más bien todo lo contrario. Alfredson muestra a un personaje sin poder de elección, con las dolencias y sentimientos de cualquier mortal. Para subrayar este esquema, el director cuenta con una banda de sonido tenue, diálogos ingenuos entre los chicos y nieve, mucha nieve, filmada con una calidez ensoñadora.

Quizás la relación entre los jóvenes que integran “Criatura de la noche” podría pasar desapercibida si estuviese enmarcada en un contexto más convencional, del tipo académico o urbano. Al tratarse de un filme que cuenta con un pálido muchacho y una niña tan agresiva como vulnerable, el largometraje termina siendo un enternecedor relato sobre dos chicos atrapados en un problema espiritual. Mientras Oskar intenta encontrar su esencia, la melancólica Eli lucha por no perder los últimos resabios de su alma humana.