lunes, marzo 31

Campos Verdes

A esta altura, la crisis que afronta el país debido a la disputa entre el gobierno y el sector agricultor es bastante conocida y divulgada. La gran mayoría conoce el dilema, sabe el requerimiento básico del campo y las exigencias que el gobierno plantea. Percibimos las consecuencias actuales y posibles que los cortes de ruta generan. También fue evidente la tardía aparición del gobierno cuando el clima en las rutas empezaba a calentarse, debido a las discusiones entre camioneros y particulares con la gente del campo. En ese momento se me había ocurrido una idea para el fotolog personal. Un collage integrado por diversas fotos que señalaran el conflicto que se vivía/vive en las rutas. Grandes cantidades de pic´s con rostros tensos y combativos, y un desafío: Al mejor estilo “¿Donde está Wally?”, la finalidad en dicha foto hubiese sido encontrar a la presidenta de la Nación en aquellas representaciones. Luego, entendí que ella estaba. No físicamente, pero sí de manera simbólica (y activa) con el grupo de choque que comandaba D´Elía. “¡Ahí está”!, me pareció escuchar a alguien, mientras miraba cómo el grupo piquetero recuperaba la plaza de mayo, y al mismo tiempo resolvía mi juego existencialista.

La enorme soberbia con la cual la presidenta se dirigió hacia el pueblo en sus primeras conferencias también es una actitud comprendida por el gran sector del pueblo. Pero, a mi entender, lo que más pesa sobre un enorme sector de la población no es la clarividencia del pésimo manejo de parte de los Kirchner ni las dudas sobre si el sector agropecuario que protesta son 100% pequeños productores que se verán realmente perjudicados con las medidas económicas impuestas. Lo que más se vislumbra en un enorme sector de la sociedad (entre los cuales me incluyo) es la ignorancia sobre los temas puntuales que originan el combate. Muchos no tenemos idea alguna sobre el dinero exacto que el gobierno quiere retener, ni cuanto ganan los productores (chicos, medianos y grandes), y menos aún, tenemos la plena seguridad que ese capital sujetado irá para la famosa “re-distribución social”. Los medios (al menos el televisivo, el más popular e influyente) tampoco ayudan a discernir los diferentes elementos que componen esta disputa. Simplemente se divide la cuestión en dos términos: Las actitudes desafiantes tanto del campo como del gobierno y las consecuencias que acarrea dicha confrontación. Es verdad. El principal responsable de que los números y disposiciones exactas no sean expuestos y debatidos no es culpa de los medios de comunicación. Lo es el gobierno, quién comenzó a pregonar por el “dialogo” una vez que entendió que el reclamo era en serio. Pero, de todos modos, los programas periodísticos podrían ayudar si se intentara explicar de manera técnica (sé que aún así sería difícil la comprensión) las reales consecuencias que la resolución K podría originar en los productores del agro.

Desconocer del tema no es algo negativo. Sí lo es tomar bando por un lado, solamente porque resulta creíble De Angeli cuando habla o porque me trago las palabras de Cristina cuando denuncia que el piquete está caracterizado por la abundancia. Por un lado, las entidades del campo han logrado dibujar una imagen general del productor que realiza el piquete. Todos o la gran mayoría de los trabajadores del campo son pequeños o medianos, y el decreto kirchnerista los llevará a la quiebra. O sea: No van a ganar menos de lo que venían obteniendo. Directamente desaparecerán. Sea cierto o no este argumento, es visible su carácter caótico y terminal. Por otro lado, desde el Frente para la Victoria, han ideado a dos entes bien perceptibles. Los ricos y los pobres. El piquete de la abundancia que, de manera avara y sin ningún tipo de escrúpulos, intenta ganar aún más dinero, a costa de los menos beneficiados. Argumento también desconcertante y belicoso.

Estas dos dicotomías tuvieron cierto éxito en un gran segmento de la ciudadanía, ya que, desconociendo los términos importante del altercado, se pone de un lado o del otro. También es cierto que la solidaridad (de manera activa) al campo aún es tibia. Quedó demostrado en la marcha del martes pasado, a la cual asistió en su gran mayoría ciudadanos que a pesar de ofrecer su apoyo al sector rural (reclamo social), su verdadera protesta (válida, por cierto) era la escasez de alimentos (reclamo individual). Las poblaciones de otras zonas, si bien perciben la desastrosa manera con la cual Cristina Kirchner afronta la crisis, no es suficiente (aún) para apoyar deliberadamente a los trabajadores rurales.

Quizás sea un iluso, pero durante toda esta semana pensaba en lo importante que sería si esta situación se llevará a los medios de comunicación, donde técnicos y políticos (del gobierno y del campo) discutieran con números exactos y con estudios qué demostraran los efectos reales que las retenciones pueden causar a toda la gama de productores. Los periodistas explicando significados científicos y ayudando a que las propuestas queden lo más claras posibles. Soy más ilusionista, e imagino, una vez aclaradas las dos posturas, un referéndum en el cual, la población dé su opinión y acepte el resultado determinado (es cierto, soy un aún más utópico al pensar que una elección puede ser limpia si se presenta Cristina Kirchner, pero aún estoy con los ojos cerrados.)

lunes, marzo 24

(Re)versión

La falta de tiempo y un servicio de Internet poco eficiente originan que este post sea simplemente para cumplir. Más abajo, podrán percibir dos reproductores, en los cuales oíran un tema de The Cure muy conocido, titulado "Close To me". El primer audio es la versión original de la banda liderada por Robert Smith. El segundo es el cover que un grupo llamado Why? hizo del tema. Siempre he preferido las reversiones que intentan cambiar cierta composición de la obra homenajeada, en lugar de tomar esa postura zonza y poca creativa, que es la mera copia del original. Por su puesto que tomar prestada una melodía y alterarla puede conllevar sus peligros. Ocurre en este caso, debido a que la (re)versión de "Close to me", interpretada por Why?, personalmente no me convence. Posee cierto ambiente psicodélico, pero se me hace densa. Sin embargo, el mero hecho de aventurarse para escaparle al simple copy-paste, es una actitud que admiro. Ustedes dirán! (si es que dicen algo....)

lunes, marzo 17

Guillermo Moreno: El padrino de la boda

Muchos flashes informativos me han dado una vaga idea en estos cuatro años de gestión Kirchner, sobre quién es Guillermo Moreno. Si bien lo poco que he buscado es insuficiente, al menos creo que puede servir para conocer cuáles son las modalidades del secretario de Comercio Interior. Por su puesto que las gigantescas dudas que pesan sobre el INDEC es noticia sabida, así como también lo son las sospechas de que Moreno tiene una participación concreta en las alteraciones de datos y estadísticas. Varios empleados del organismo que estudia las alteraciones valorativas de los productos fueron despedidos por denunciar ante la justicia las presiones que recibían de parte de Moreno. A pesar de esta situación, la justicia ha dejado de investigar al funcionario kirchnerista por falta de pruebas, ya sea como posible estafador o instigador de una manipulación de datos.

  • Pero no fue este párrafo el motivo de este escrito, sino que fue un flash de aproximadamente 20 segundos en Telenoche el causante del post

    Fue la (ingenua) sorpresa e incredulidad lo que me motivó a escribir breves párrafos sobre Guillermo Moreno. En el informativo, Santo Biasatti presentó una nota en la cual se mencionaba el acuerdo que el Gobierno alcanzó con los sectores de la carne, para retrotraer los precios de los diferentes cortes. La noticia fue desarrollada de manera simple e informativa, aunque un suceso fue enmarcado como una pequeña ventanita dentro de un artículo impreso. Miguel Schiariti, titular de la Ciccra (entidad que abastece de carne al mercado interno), había sido golpeado salvajemente unas horas después de que, desde la editorial del informe mensual del Ciccra, había denunciado amenazas de Guillermo Moreno, por no estar de acuerdo con el convenio. Según Página 12, la golpiza se la habría dado Jorge “el negro” Martínez, un empresario más afín a las políticas K, quién había sería el candidato de Moreno para remplazar a Schiariti, una vez que pudiese ser echado este último. Pero esta historia (de mafiosos) no termina acá. Casualidad o no, Schiariti se presentó al día siguiente de la paliza en el Ministerio de Economía y estampó su firma para sellar el acuerdo que tanto deseaba Guillermo Moreno y por el cual necesito algo más que la persuasión. Con un dedo fracturado y algunas contusiones menores, Schiariti certificó el convenio y se fue a Europa.

De esta manera, el Gobierno pudo conseguir implementar su política de rebajas de precios, aunque, según Marcelo Bonelli, a los pocos días, ese pacto ya había sufrido un aumento del 8 %. ¡Cómo me hubiese gustado estar en el Ministerio de Economía, el día en el que Schiariti firmaba con un dedo quebrado y sus golpes notorios! Debo admitir que las situaciones tensas son de mi agrado, y creo que la reunión en la que se llegó a un “acuerdo” fue una de ellas. Por otra parte, había recalcado que para el noticiero de Santo este segmento de la información no había sido muy importante, ya que cubrió unos 20 segundos del informe total. Crítica y Página 12 (este último con un título apropiado) sí desarrollaron un poco más la situación. Sin embargo, lo que no existió en ningún medio fue una real investigación del caso. Más teniendo en cuenta los antecedentes de Moreno, los cuales incluyen amenazas a Susana Andrada (titular del Centro de Educación al Consumidor), a Marcelo Rossi, (ex funcionario del Gobierno Nacional en el ONCCA-organismo que influye en las exportaciones ganaderas), comentarios “off the record” que sostienen que Moreno “negocia” con una arma arriba de la mesa, etc....En fin….un funcionario que pareciera ser el mejor candidato para padrino de boda en un futuro casamiento de algunos de los hijos K.

Fuentes:
  1. http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-100421-2008-03-10.html
  2. http://www.elojodigital.com/politica/2007/03/28/1019.html
  3. http://www.taringa.net/posts/noticias/933316/Amezas-por-hablar-del-INDEC.html
  4. http://www.lapoliticaonline.com/detalle-de-noticia/article/indec-para-la-justicia-no-hay-pruebas-de-que-moreno-haya-cambiado-datos/

lunes, marzo 10

Jesus Camp

El año pasado, debido a determinados infortunios, no pude ver una película que exhibían en el BAFICI, y que se titulaba Jesús Camp. Gracias a las herramientas de esta era (que permiten tener acceso a obras inaccesibles), pude aterrorizarme, sorprenderme, entristecerme, y un sin fin más de sensaciones, al observar este documental que narra la manera en la cual se “entrenan” a cientos de menores de edad para transformarlos en “soldados de Jesús”.

Becky Fischer es una pastora evangélica que conduce un campamento de verano para niños llamado “Kids On Fire”. Allí, según Becky, el objetivo primordial es lograr que los chicos “vuelvan a nacer” y dediquen, de aquí en más, toda su vida a Jesús.

Durante el transcurso del filme, es impactante observar como niños entre seis y 12 años se ven sumergidos bajo los sermones profundos y épicos que los pastores (y luego los mismos chicos) recitan durante la estadía en el campamento.

Este tema no es nada nuevo. Desde hace un tiempo se ven en los medios de comunicación la doctrina fundamentalista con la cual se educan a personas desde temprana edad. Para ser más exacto, el fundamentalismo islámico es un ejemplo obvio de notas periodísticas y demases escritos. En Jesús Camp se puede percibir como el fanatismo y la aniquilación de la personalidad también están presentes en otras culturas no necesariamente orientales. Betty Fisher lo dice claramente: “Quiero ver gente joven tan comprometida con la causa de Jesucristo, como esos jóvenes lo están con el Islam. Quiero verlos entregar sus vidas de un modo radical al Evangelio, como lo hacen en Pakistán, en Israel, en Palestina, y en tantos otros lugares. Porque, discúlpame, pero nosotros tenemos la verdad”.

Las últimas palabras de la predicadora reflejan de manera clarividente el soporte ideológico con el cual el grupo evangélico guiará a los chicos hacia la “salvación”. Este sustento conceptual es la intolerancia y la destrucción de toda idea diferente. Pero la organización de Betty sabe muy bien cómo iniciar dicho proceso. Para formar a hombres que no acepten debates conceptuales, desprecien opiniones disímiles, y juzguen a otros seres humanos de creencias opuestas, hay que vaciarlos de contenido, descuartizar sus propios pensamientos dispares, enseñarles a no pensar más allá de un sistema ortodoxo e invariable. Y principalmente, hacerles creer que ellos poseen la verdad universal. La aberración es aún más indignante cuando, de manera lúcida para sus fines, Betty Fisher y su equipo llevan a cabo sus métodos sobre menores de edad. De esta manera, se puede observar a chicos que asisten a una manipulación inescrupulosa de sus mentes, haciéndoselos llorar desconsoladamente por sus culpas, creándoles enormes prejuicios (“Cuando conozco a un no-crisitano, hay siempre algo que no me parece correcto, que me produce temor….una sensación de asco”, aclara Levy, uno de los jóvenes que asisten al campamento), dañándolos socialmente (más de dos millones de chicos reciben educación en las casas y no en los colegios), limitándolos intelectualmente (“¿Entendiste la parte en la cual dice que la ciencia no prueba nada”?, pregunta la madre de Levi a su hijo, luego de señalarle que el calentamiento global es insignificante.), o, incluso, planteándoles dilemas arcaicos, como el valor negativo del cuerpo humano en comparación con la parte espiritual del mismo (“Cuando bailo debo asegurarme que ahí esté Dios, porque la gente se dará cuenta cuando sólo bailo con el cuerpo”, remarca Tory, una niña de diez años)

Pero el campamento de Jesús no sólo tiene objetivos a largo plazo, sino que también le da mucho valor a la situación actual de los Estados Unidos. El documental se rodó en el 2006. Durante ese lapso, George Bush llevaba a cabo su invasión y matanza en Irak, y para estar acorde a esos tiempos, una consejera pidió (a los jóvenes) bendecir una imagen de cartón con la figura del presidente estadounidense. También, mientras se rodaba el filme, sucedía otro acontecer político importante en el país de las oportunidades. Se debía elegir a un nuevo integrante de la corte suprema de justicia. Partiendo de una clase anti-abortista, un orador termina haciendo sollozar a los pequeños que piden “jueces justos”.

Más allá de la opinión del redactor de esta nota, es importante señalar que la forma en la cual Heidi Ewing y Rachel Grady dirigieron este documental logra un objetivo, a priori utópico, que es la objetividad. Si bien, en ciertos momentos, la música puede inducir al espectador hacia una determinada postura, en casi todo el rodaje las imágenes parecieran demostrar una realidad sin alteraciones ni posicionamientos ideológicos. Prueba de esta afirmación son los halagos que recibió Jesús Camp, tanto de parte de gente que considera detestable esta formación evangélica, como de personas que justifican dicha enseñanza. Ewing y Grady (ambas mujeres) simplemente filman una gran cantidad de actividades que se llevan a cabo en el campamento, sin una voz en off que guié una posición ni preguntas que intenten causar discusiones enérgicas.

(Contagiado por las autoritarias premisas evangélicas del filme) Sostengo que Jesús Camp es una película que se debe observar. Puede resultar impresionable e inclusive provocar asperezas. O quizás todo lo contrario. Puede causar alegría de ver a chicos con fe y esperanza. El que decide es uno. Siempre y cuando se tenga la libertad conceptual.