viernes, marzo 30

Victoria Mil en el ciclo Open Amia

Intro

Todos sabemos lo que sucedió en la Amia el 18 de julio (fecha de mi cumpleaños) de 1994. Pero lo que no sabía (por no haber ido nunca a la embajada) era que la entrada al auditorio iba a ser un tanto molesta. Para empezar, el señor encargado de la seguridad se mostraba muy interesado por nuestros quehaceres. En un lapso de 20 min., nos preguntó si estábamos para el recital, si teníamos las entradas, si las habíamos llenado con nuestros datos (era requisito para entrar, junto con el DNI), si íbamos a entrar en ese momento (tocaba Lucas Martí), si nos podíamos correr para hacer la fila…Lo único que faltaba era que nos preguntara si habíamos llegado a la embajada en una combi…Más allá de eso, es dable mencionar que todas las preguntas fueron hechas con amabilidad. Luego de esperar, de hablar, de tomar una rica cerveza (lejos del señor, obviamente) de pensar que mi apellido podría ser un barrera para entrar al edificio…luego de todo eso, entramos….

Victoria Mil Live
Mucho había leído y escuchado acerca de los recitales de Victoria Mil…quizás demasiado. Que no suenan bien, que están dentro de una burbuja, que tanto las voces de Miguel Castro como la de Julian della Paolera muestran muchas fallas al interpretar los temas…en fin…me habían generado mucha curiosidad todos esos comentarios. Pero para ser más exacto, el mayor interés por escucharlos en vivo era obra y causa de su último disco, el empalagoso Estoy bien bien bien. Básicamente, el recital se dividió en dos partes. La primera mitad del concierto fue cuando Victoria Mil demostró su déficit (o poca voluntad) para transmitir la energía y toda la vigorosidad que Estoy bien bien bien transmite en sus 50min. de duración. El show arrancó con una versión calma (apagada) de “El rock vive de mí” que fue un presagio de cómo iba a ser la primera mitad del concierto. Así pasaron “Por tus ojos”, “Se fue”, “Dulce hastío”, un tema nuevo (muy Happy Mondays) y otras canciones que, ya sea por desperfectos en el sonido de la banda o por propia voluntad de sonar de esa forma, dejaban una sensación de vacío musical, un estado crítico de anemia. La guitarra de Julián Della Paolera parecía estar censurada, ya que los samplers que Miguel Castro ejecutaba desde su lindo tablero, eran lo que más afectaba a las canciones. No pretendo empezar una discusión símil Pappo- dj Deró, ya que es un tema viejo e insignificante. Una banda sin guitarras puede sonar más enérgica que otra llena de acoples….Si bien los instrumentos son una forma de empezar a definirse como grupo, la forma en que se ejecutan los mismos es la clave para definir el rumbo que cada banda toma. En este caso, los Victoria Mil son un ejemplo que funciona para ambos casos. Como ya se ha dicho, la primera mitad del show pecó de un abuso de laptoops, samplers y programaciones. Pero el problema no fue la elección de esos instrumentos, sino la ejecución apagada, abúlica y apática con la cual Victoria Mil afrontó los temas de su última larga duración. Pero algunas cosas cambian…La segunda media hora del concierto fue la contra cara de los primeros 30 min. De repente, no sólo el volumen del sonido en general aumentó, sino que Julián Della Paolera empezó a tener más protagonismo en las canciones, causando como resultado temas más enérgicos y personales. Con esta (nueva) actitud, el grupo de Adrogué repasó canciones de Este cielo de estrellas caerá. Si bien en “Me miraste fijo” los oídos habían empezado a volver a ser atraídos, fue con la bomba llamada "G-13" el momento en el cual el recital despegaba. Ese mar bailable que es "G-13" fue una catarsis para muchos…especialmente para un grupo de adolescentes que estaban en la 1era fila. Lo que era una premonición se transformó en realidad. “Consejos desde arriba”, “No nos”, “Junto latas” y “ying yang” fueron canciones en las cuales Victoria Mil pudo llevar a cabo su concepción de lo que es el pop. Puentes y estrofas musicalmente simples, pequeñas distorsiones y letras que no buscan complejidades, sino que pretenden ser un elemento más en la búsqueda de la canción pop perfecta.

Para el final, los Victoria Mil cerraron con “Flash”. Brillante tema, liderado por el sonido hipnótico del bajo y con intensas erupciones noise a cargo de Julián Della Paolera. “Me voy a dormir o me voy a morir”, cantaba Miguel Castro, transformando a esta última canción en el perfecto y caótico final del show.

Fotos: 1) Sacada de Rock.com.ar 2)Tomada de Zona indie 3)Extraída de Music global art

viernes, marzo 23

Sonic Youth: "Rather Ripped"

Mucho tiempo y varios discos han pasado desde el inicio del grupo neoyorquino, y muchos cambios han sufrido durante el recorrido. La primera etapa (comienzos de los 80 hasta principios de los 90) fue una época en la cual el punk estaba muy presente en sus canciones, debido a una violencia en el sonido (producida por guitarras “sucias” y punzantes), más las voces (ya sean de Kim Gordon o Thurston Moore) llenas de autoridad, provocaban ese estado de caos. Los años pasaron y la banda fue acercándose cada vez más a resonancias menos complejas, pero sin abandonar su costado punk. El disco anterior a “Rather Ripped” (“Sonic Nurse”) había sido lo más cercano a esta mezcla de canciones con una melodía marcada, pero con sus “erupciones” de ruido. No sólo fue un gran disco, sino también ayudó a mantener vivo al (en su momento pasado de moda) indie-rock.Rather Ripped” más que la continuación de este nuevo rumbo, es el anclaje definitivo en tierras donde las armonías dejan la oscuridad y las voces son más suaves. Esta nueva faceta puede enojar a más de un purista, pero si bien “Rather Ripped” no es un disco memorable, sí es una increíble prueba de capacidad para armar melodías y, además, una excepción a esa tarea tan difícil que es madurar sin perder el prestigio artístico. Mantener la dignidad artística es un proceso muy complicado para los músicos. Luego de muchos años, se plantean una situación disyuntiva: por una parte está el rédito económico que da vivir del pasado, y por otro, la continua lucha por lograr una material “fresco”, dónde el motor esté en las ganas de componer. Es una obviedad mencionar a los Rolling Stones o a Iggy Pop, como grandes músicos, que el paso del tiempo no ha venido acompañado de una evolución musical y/o estética. Sonic Youth aborda, a su manera, canciones pop, sabiendo que la ira y el nerviosismo (punk) del pasado ya no es la misma a los 20 que a los 50 años.

Yendo al disco en sí, los puntos altos son canciones como “Incinerate”, con la guitarra de Thurston guiando al tema hacia hermosas texturas. “Do you believe in rapture?” es posible que suene “vacía” la primera escucha, pero la voz (muy delicada) de Moore más el repiqueteo de la guitarra la convierten en una hermosa balada. “Sleep around” parece querer recordar viejos tiempos de furia, pero esos intentos quedan sólo en los 3 minutos y medio que dura el tema. “Jams Run free” es una delicia que encuentra a la guitarra y la voz del matrimonio Moore-Gordon, en un encuentro que deja tanta dulzura como melancolía. En “Tuorqoise Boy” si bien se oyen las ya clásicas capas de ruidos, es una canción que transcurre por mares calmos, lejos de toda amenaza. “Pink Steam” (con una intro muy ambient) sigue el mismo camino, sólo que llega a climas épicos y muy emotivos. “Or” es una pieza musical que llama la atención el ambiente creado por el bajo y la batería. Algo oscuro, que da la sensación de haberse producido un desastre, minutos antes de que empiece a sonar el tema. El disco cierra con “Helen Lunderberg” (único momento en el cual la máquina del tiempo retrocede unos 15 años), pero el track 10, “The Neutral”, merece una mención aparte. Moore consigue impregnar alegría en su guitarra, que, junto a la batería, y a la voz de Kim Gordon (de una ternura emocionante), logra esa sensación de querer escucharla una y otra vez.

A pesar de este presente más que meritorio, no se vislumbra un futuro alentador para la banda. Si bien los temas aparecen, en los créditos, como propios de la banda en conjunto, la realidad es otra. Thurston hace tiempo que planea desarmar el grupo, ya que el verdadero compositor es él, y pareciera ser que sus compañeros no lo siguen a la misma velocidad compositiva. Más allá de esto, Sonic Youth sigue esquivando el deterioro que produce el paso del tiempo. Con elegancia y actitud, “Rather Ripped” es una prueba más para los que ubican a la banda neoyorquina como unas de las más influyentes en los últimos 20 años.

viernes, marzo 16

La música que escuchan todos

Hay frases que definen un momento, un estadio, una época….”La cumbia es una mierda” es una ellas (El Otro yo). ¿Quién puede negar que desde mediados de los 90 hasta principios del 2001 la cumbia ocupó un lugar significante en nuestras vidas? Para mal o para bien, esos sonidos estaban por todos lados…en muchas personas…en muchas fiestas…en la tele…en la radio…en los diarios (sección espectáculos y policiales también) Hoy a varios años de distancia, me pregunto: ¿Porque la gente escuchaba cumbia? No voy a ser necio: la misma pregunta podría hacerla con las personas que escuchan otros estilos de música. Pero mi interrogante es el que acabo de hacer…. ¿Porqué tanta gente se entregó (y se entrega) a esas resonancias?

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La primera razón que se me ocurre es bastante obvia y tiene muchos casos que la contradicen. A pesar de esto, creo que suma. El estado de indigencia originada en los 90´ (Carlos Saúl) es un factor que juega a favor de la cumbia. A la penuria económica, se le suma la pobreza cultural. Las posibilidades de poder elegir libremente se disipan, debido a la merma económica. A una persona de clase baja se le hace muy difícil comprarse un disco de 30$. Más aun comprarse una computadora y bajar música…Ni hablar de ir a un cyber, cuando el tiempo no es lo que sobra….Allí aparece la cumbia. Una música barata (hablo económicamente) y rápida….para bailar y para no pensar en otras realidades. Para nada ambiciosa, en cuanto a lo musical y a lo lírico…para sentir que uno pertenece a esa clase social oprimida y estar orgulloso de serlo…para escucharla mayoritariamente alcohólico y transformar los problemas cotidianos en bandera, pero siempre desde el punto de vista de “nuestra clase”. Ahora….también es cierto que mucha gente de clase media y alta escuchan cumbia…Quizás en los años de mayor furor era entendible que este estilo de música llegue a las dos clases restantes debido a la moda que se había impuesto. Pero es innegable que hay mucha gente que le sigue gustando, a pesar de que la emoción pasó…. ¿Como se argumenta eso? Puede sonar duro, pero la mayoría de las personas de clase media y alta que escuchan cumbia no son gente que realmente le dé un espacio significante a la música en sus vidas…Son personas que tienen compilados de artistas…gente que no recuerda todos los nombres de al menos un disco que les haya gustado mucho…personas que dicen escuchar de todo, cuando en realidad no escuchan…sólo oyen lo que el viento les rebota…

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La 2da razón y que en realidad es un desprendimiento de la primera, es la influencia musical que tiene alguien en su casa. Si bien este razonamiento también se cae cuando escucho palabras de personas que me dicen que se criaron en casas que sonaba mucha cumbia, y luego ellos optaron por otro camino, la idea del contexto como influencia no termina de ser nula….Ahora que lo pienso, es posible que una persona de clase media pueda ser criada en una casa donde la cumbia sea el soundtrack de su niñez, pero también es cierto que esta persona tiene posibilidades de relacionarse con un mundo (musical) exterior…No está atado y condenado a que su gusto musical sea el de la cumbia. En cambio, imagino lo imposible que puede ser para un chico/a que vive en la villa salir de esa atmósfera y entender que hay mas posibilidades….ojo!...Quizás lo intente y prefiera la cumbia….Pero lo triste es que ni siquiera posee la posibilidad del intento… Un pequeño dato para sumar a este escrito. En CAPIF se puede observar cómo fue cambiando los estilos de música que más vendieron…Desde el año 2000 hasta el 2002 (una pena no haber conseguido estadísticas de años anteriores) los premios a músicos que entran en la categoría “cumbia”, “cuarteto”, “cumbia villera”, etc.…llegan a 24 estatuillas... Desde el 2003 hasta la actualidad el único galardonado fue “Grupo aventura”, y la supremacía en cuanto a ventas quedó en manos de artistas extranjeros (Robie Williams, Joss Stone, U2, Alex Ubago, Norah Jones. etc.…) Esto es una muestra más para observar el gusto musical (intermitente) de cierta clase media y alta, ya que es conocido que la piratería abarca el 50 % del comercio, y se centra mayoritariamente sobre la clase baja…

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Si bien al releer mi post lo veo algo carente de argumentos, pienso que gran parte de la cumbia es una música que más allá de las excepciones dadas anteriormente, es un movimiento de clases bajas que tiende a la autodestrucción y en muchos casos a la destrucción del otro…Las pruebas de esto son los símbolos que dignifican….El consumo exacerbado de drogas y alcohol, el machismo, la violencia hacia las otras clases sólo por serlo, la pobreza oral y gramatical (términos que atrasan 20 años como por ej…hablar de “chetos”). Pero lo peor de todo, y acá la responsabilidad es en parte de los músicos, es meter todas esas características dichas anteriormente en una licuadora y hacer de eso una bandera que se va a defender a muerte. Al escribir esto, me pongo a pensar en el paralelismo que hay entre la cumbia y el rock “chabón”….

viernes, marzo 9

Francisco Bochatón en el Parque Sarmiento

Intro

El camino al Parque Sarmiento puede ser una travesía si uno vive un poco lejos de Capital Federal. No es nada nuevo hablar (mal) sobre los medios de transporte, pero sería un error no mencionar que en los dos micros con los cuales llegamos al Parque, las condiciones del viaje fueron terribles, sofocantes, agobiantes. “Las vacas viajan mejor” escuché decir hace un tiempo…Bueno…si bien el destino que les espera a las pobres vaquitas no es muy alentador que digamos, es verdad que su traslado es mucho mejor en comparación a lo que padecimos en las 2:30 de traslado. Todo esto, sumado a la sensación térmica que rondaba los 34 grados, hizo que el viaje se transformara en un desafío a superar. Con ese contexto de fondo, salimos en busca de la música de Francisco Bochatón. Fuimos, al menos yo, a conocer a ese personaje del cual muchos sostienen que posee tanto ingenio musical que le termina jugando en contra en los escenarios, llegando al punto de auto-boicotearse arriba del mismo. Llegamos pensando que no íbamos a poder comprobar ninguna de esas premisas sobre el cantautor de La Plata, ya que todos los problemas con los ómnibus comentados anteriormente, hicieron que a las 20:55hs recién estuviésemos por Plaza Italia (el recital arrancaba 21hs). Por suerte el show se había retrasado bastante tiempo, y cuando arribamos al (enorme) Parque Sarmiento, pudimos disfrutar de tres temas de Rosal. Con un sonido perfecto y una interpretación muy dulce a cargo de María Ezquiaga, Rosal nos dejó con ganas de haber llegado más temprano…

Bochatón Live

El concierto arrancó con un Bochatón serio, tocando las primeras canciones sin ningún tipo de altercado, transmitiendo arriba del escenario lo que sus discos transmiten cuando son escuchados: bellas canciones con letras oscuras que tratan al amor y a la soledad con la misma pasión. De esta forma, arremetió con un par de temas de su ex -banda, Peligrosos Gorriones y con canciones de sus discos solistas ("La Calle", "Caja de Zapatos").

La formalidad del recital se vio afectada a la media hora de haber empezado cuando a Bochatón se le ocurrió dejar el bajo y agarrar la guitarra electroacústica. También, repentinamente, el humor del cantante empezó a cambiar…Un hermoso tema como "Luces" fue mal-tratado por una guitarra que lloraba de penas. Sin embargo, "Luces" no perdió su belleza, gracias a una entonación muy sensible por parte del cantante platense…"Pastillas celestes" fue un momento significante del recital. Con una introducción larga, dada por una de las tantas divagaciones que precedieron a los temas, y con una guitarra que seguía siendo lastimada, "Pastillas Celestes" marcó el instante emotivo del show…Luego, el cantautor empezó con su propio show (no musical)…Se tomó unos 5 min. para tratar (y no lograr) afinar su guitarra…comenzó a olvidarse las letras de los temas…a hablar en demasía con su público (gruppies que aplaudían cada ocurrencia del ex -frontman de Peligrosos Gorriones)…es decir…a preocuparse más por lo que pasaba en frente del escenario que por lo que ocurría arriba del mismo. A pesar de estas condiciones, el particular estilo de afrontar las canciones por Bochatón se vio beneficiado en canciones casi punks como "El Gusano" u otras de su pasado "gorrión". Luego, siguieron las complicidades con su público: palabras a chicas que pasaban,”palazos” a otras que bailaban extasiadas y discusiones con la gente que organizaba el espectáculo.

Para el final del concierto, el cantante estaba a punto de seguir con su función, cuando las luces se encendieron del todo y "La rubia tarada" (Sumo) empezó a sonar por los altoparlantes.El tiempo dado por el Gobierno de la Ciudad había sido traspasado por el cantante y su exhibición quiso ser terminada a la fuerza. Esta actitud ayudó a que Bochatón tenga más ganas de seguir tocando, y sumado al cambio de decisión por parte de los organizadores del show, el cantautor platense cerró su recital con un cover de María Gabriela Epummer, llamado "Desierto corazón". Para este tema, invitó al escenario a Marianela, que se hizo cargo de la ya mencionada guitarra mal trecha.

En el medio de la interpretación, Francisco Bochatón había cedido el micrófono a Marianela…Sin guitarra ni bajo en mano, Bochatón se vio perdido y fue en busca de su instrumento. Se entreveró en el tema con notas tan diferentes a lo que era la canción que cualquier persona sin conocer demasiado de composición (como por ej yo) se daba cuenta del yerro. Terminó el tema y el cantante originario de La Plata se fue…Algo queda claro: Bochatón tiene un arsenal de canciones que podrían formar parte del selecto club de las radios mainstream en Argentina…podría tener una popularidad bastante mas grande de la que posee…tiene canciones para lograrlo. Pero él prefiere otro camino. La manera en como desmenuzó sus canciones mas bellas es una evidencia....Bochatón es como el deportista que tiene el talento para ser el mejor de sus tiempos, pero que se conforma con dar sólo un poco de su ingenio. Pareciera no querer resignar su bienestar en los escenarios, por una profesionalidad que beneficiaria a sus canciones….

Fotos sacadas de vuenosairez PICS BY: Natalia Toloza

jueves, marzo 1

Thom Yorke: "The Eraser"

El primer disco solista del cantante de Radiohead se hizo esperar, pero valió el tiempo de espera.

Con la producción del histórico Nigel Godrich, Thom Yorke se tomó un respiro de su banda, y logró realizar un disco que sigue los caminos que empezó con "Kid A" y "Amnesiac". Mucha experimentación sonora, beats electrónicos repetitivos -centrados en el bajo- y muchas ganas de no darle una melodía sencilla a los temas, son las características del disco. Pero a diferencia de sus intentos anteriores, esta vez Yorke logra ambientes más placenteros. Las canciones fluyen naturalmente, comandadas por la voz de un Thom Yorke que consigue sus registros mas bellos en temas como “The Eraser”, “Analyse” y “Atoms for peace”; éste último sorprende tanto por su belleza como por su minimalista composición. “Analyse” consigue impregnar un ambiente de misterio, gracias al piano (tocado por Jonhny Greenwood) que avanza junto a la desesperantes frases de Yorke (“There´s no time….”). Hay lugar también para canciones, que sin llegar a ser bailables, hacen mover la cabeza, siguiendo el ritmo casi-funk, como en “Black Swan” o “Harrowdown Hill”.

En notas dadas a medios extranjeros, Thom Yorke reconoce que la simpleza es en gran parte, gracias a la ayuda de Nigel Godrich. El productor pudo hacer que las canciones tomaran un rumbo diferente a como venían y, en vez de sobrecargar los temas, realizó el proceso a la inversa, desollando las canciones hasta dejarlas en estado natural. ”Sin Nigel Godrich, "The Eraser" nunca habría salido. Si hubiera dependido sólo de mí, habría esperado un mes o dos que decantara, y el disco quizá se habría malogrado”, comentó Yorke a Les Inrockuptibles.

Son admirables los caminos que tomó Radiohead luego de su disco que los llevó a una popularidad impensada (“Ok Computer”). Podrían haber tomado el lugar que hoy posee Coldplay. Pero ellos prefirieron darles las espaldas a esos objetivos, haciendo una música que no busca una aprobación sencilla.

Pero toda búsqueda hacia tierras desconocida siempre tiene sus riesgos, sus baches. Radiohead sembró la duda con su último disco. ¿Hacia dónde apuntarán? ¿Que significante tendrán de la palabra canción?...Thom Yorke podría componer con su piano o su guitarra, hermosas baladas (Escuchar “Where blue birds fly” o “I Am A Wicked” del disco “Com Lag”), y dejar en ridículo a Chris Martin. Pero el cantante británico reniega de su capacidad de componer hermosas melodías: “Me interesan más los sonidos, los beats y los ritmos, por eso muchas veces me frustro escuchando Radiohead, porque, muy a mi pesar, hacemos canciones. Con “The Eraser” quise alejarme de ese tipo de formatos, pero Nigel Godrich es un obsesivo de las canciones, y cuando le hacia escuchar las ideas que tenía, me decía: —Pero si tenés una canción es necesario que cantes encima—

Más allá del desenlace final, que será con el esperado disco de Radiohead, “The Eraser” es mucho más que un aperitivo. Es una obra artesanal, un aliciente para los sentidos y un disfrute que no se queda sólo en la oscuridad.