jueves, julio 14

Wild Beasts: Smother

Fue difícil agarrarle la mano a “Smother”, ya que el anterior trabajo de Wild Beasts había dejado caliente los parlantes con su pop extravagante, cargado de hormonas masculinas y femeninas por igual. En esta entrega, la banda inglesa deja poco espacio para los pasos de baile [“Bed Nails”]. El espacio se llena con melodías más reflexivas que ubican su atención en los detalles. Son pequeños [e hipnóticos] los sonidos en los cuales las voces bellamente contradictorias de Hayden Thorpe y Tom Fleming se desenvuelven. El primero aportando su clásico histrionismo, mientas que el segundo abarcándolo todo con su voz de barítono.

Fue difícil aceptar que la fiesta que comenzó con “Limbo Panto” y continuó con el excelente “Two Dancers” había acabado. Pero, así como se llega a la conclusión de que el placer no es representado por las mismas situaciones a lo largo de la vida, uno termina por comprender a “Smother” como un trabajo artesanal que merece mucha atención por su ingeniosa adultez, por sus idas y vueltas misteriosas, porque se trata de una banda que ha decidido recostarse en las orillas de un mar, dejando atrás [al menos en este trabajo] los chapuzones llenos de energía juvenil, tan vigorosa como ingenua.

Fue, es y será difícil evitar cierta frustración en las primeras escuchas de “Smother”. Molestará mucho la actitud de Wild Beasts al encender las luces, bajar el volumen, sentarse y hablar. Cuando nuestra tolerancia comience a ganar terreno, recién ahí percibiremos semejante cambio. Recién allí comprenderemos muchas cosas que antes no sabíamos porqué no las entendíamos. Y notaremos, al fin, la madura belleza de “Smother