En el anterior post, me explayé sobre la desinformación, prejuicios y necedad que provoca la protesta estudiantil en torno a las reformas edilicias en las escuelas.
A pesar de que tanto el reclamo (infraestructura, becas, viandas) como la forma (“la toma”) me parecen totalmente válidos, hay cuestiones específicas que no puedo dejar de mencionar. Y es que hoy, viernes 17 de septiembre, el establecimiento que alberga al Liceo Comercial Nº3 y el Normal Superior Nº5 ha levantado la medida de fuerza y, por ende, se ha podido ingresar al edificio, luego de tres semanas de impedimentos.
Sé que corro el riesgo de alimentar el apetito (voraz) de aquellos personajes detestables que demonizan las luchas ya sea de los estudiantes, obreros, docentes, etc.….No obstante, sería necio hacer la vista gorda ante una serie de hechos que caracterizan (en parte) al alumnado de los colegios antes mencionados.
Cabe señalar que es de esperar algunas “secuelas” tras casi un mes de ocupamiento estudiantil. Pero hay “consecuencias” que son increíbles y desalentadoras, como por ejemplo el robo, en dos ocasiones, al bufete, el maltrato constante a directivos y otros empleados, un estudiante que termina en un hospital por sobredosis, otro por bronco-espasmo y, lo más indignante e inconcebible, ciertos destrozos a inmuebles del colegio.
Da vergüenza ajena pensar en lo paradójico que es reclamar mejoras edilicias mientras, al mismo tiempo, se rompen estructuras existentes. Así sucedió con la parte inferior de la pared del gimnasio y con otra fracción sobre el medio.
Según escuché, fueron pelotazos lo que produjo la rotura de las maderas, así como también la supresión de un ventilador, del cual sólo queda el soporte.
La recorrida prosiguió en la planta alta del edificio. Divisamos cuatro salones (más una parte del laboratorio) que fueron rociados con matafuegos y sus pisos estaban cubiertos del polvo blanco.
Recuerdo que hace una semana, en Telefé, mostraron un pequeño informe sobre “como es una toma por dentro” y entraron al Liceo Nº3/Normal Nº5. En un momento, la cámara enfocó varios matafuegos que estaban apilados y un cartel que hacía alusión al estado (vacío) en el cual se encontraban.
Para ser justo, no sólo Telefé se concentró sobre el Liceo/Normal para obtener un registro (limitado) de la toma “por dentro”. Perfil también lo hizo. Y acá vemos como un estudiante explica las fallas que presentan los matafuegos del establecimiento.
Regresando al segmento informativo de Telefé, tengo en la memoria una pizarra en la cual los estudiantes tenían una serie de “mandamientos” entre los cuales se incluía “No alcohol” y “No drogas”. El informe se quedó con esa versión “consciente y madura” de la toma y no indagó con otras fuentes que hubieran contradicho tales mandamientos. Clarín también se hizo eco de la pizarra.
Siguiendo el recorrido...
Más adelante, notamos que una de las cajas que contienen los matafuegos tenía su vidrio roto.
Y al entrar al salón de actos, vimos varios sillones que estaban muy diferentes en comparación con los días previos a la toma……
Hay muchas dudas que se me presentan y las formulo a través de preguntas: ¿Pueden convivir dos situaciones tan distintas como el reclamo de medidas justas y una conciencia política-social que la sustenta y estos desmanes que acabo de transmitir? ¿Será que estos desbordes fueron obra de unos pocos en perjuicio de otros muchos? ¿El Liceo 3/Normal 5 es un punto negativo dentro del movimiento estudiantil en lucha? Según una fuente directa, la pregunta acertada sería la tercera.
Por otra parte, es muy interesante poder apreciar de manera directa como los medios de comunicación tergiversan los hechos. Como se comprime la información y se miente por omisión. Telefé, Perfil y Clarín lo hicieron en “beneficio” de los alumnos. Otros, como el abominable Eduardo Feinmann también lo hace, pero, en este caso, con objetivos distintos.
No voy a ocultar cierto miedo por comparar mi post con el malicioso (y dudoso) informe de C5N. No obstante, siento que la omisión es una mentira llana en cuestiones referidas a la información. Y así como sería falaz pensar que todos los colegios se manejaron como el Liceo/Normal, también es estúpido mirar para otro lado y generalizar al estudiantado como toda una masa activa, consciente y madura que lucha por sus reivindicaciones.
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