lunes, diciembre 24

4 Discos del 2007

Tenía pensado realizar un post navideño bastante particular, pero no conseguí las ganas suficientes para llevar las ideas de mi mente hacia el Word. Entonces... ¿cómo escapar del vacío que genera la falta de ideas? Fácil. Me sumo a los innumerables “especialistas” de la música para remarcar cuáles son los discos del 2007 que más escuché y que más me gustaron.

4) Neon Bible (The Arcade Fire)

Luego de Funeral, las expectativas por el segundo disco de la banda canadiense eran grandes. Si bien no alcanza a emular el caos de mil formas que fue su primera producción, Neon Bible deja bien parado a The Arcade Fire de cara al futuro. Por medio de innumerables instrumentos, la banda liderada por Jim Buttler continúa en su búsqueda por deformar canciones pop, a veces llevándolas a un desorden centelleante, otras aquietándolas mansamente.

Con respecto al la parte lírica, Neon Bible hace foco en cuestiones de carácter religioso, anti-bélico y violento a la vez. Una suma que pareciera haber sido originada por la breve estadía de Jim Buttler en los Estados Unidos. Si bien la fe o falta de ella está presente en toda la obra, su figura se ve mejor delineada en temas como “Intervention” y “Neon Bible”. Esta última es una bella melodía folk, la cual advierte que no hay ninguna chance de sobrevivir si [lo que afirma] la Biblia de Neón es cierta.

Por otra parte, “The Well and the Lighthouse”, “Keep the car running” y “No cars go” son tracks que abandonan, por un rato, el clima sombrío y clerical para volver tímidamente a las canciones pop-rock de estadios. Pero obviamente no cualquier estadio, no un apogeo limitado, sino un agite, una convulsión que estalla en miles de partes y que cada pequeño fragmento desperdigado hace más intensa la experiencia. La voz de Jim Buttler (una especie de mezcla entre los dos David del rock; Bowie y Byrne) ayuda a crear esa sensación de fe y desesperanza en iguales proporciones.

“Ocean of noise” es quizás la mejor composición de Neon Bibble. Una balada romántica en decadencia que tiene como fondo unos truenos que devienen en una lluvia amarga y profunda. En un principio el tema merodea el trágico final, con frases como la siguiente: “Vos tenés tus razones, y yo las mías. Pero todas las razones que te di, eran mentiras para engañarme a mi mismo por un tiempo.” Para el final de “Ocean of noise” los lamentos de Butler por intentar cambiar el destino se materializan en súplicas y deseos alarmantes.

The Arcade Fire puede convertirse en la banda de esta década que está dejando buenos discos, pero pocos movimientos genuinos y personales. La banda oriunda de Montreal tiene la capacidad para generar un sinfín de impresiones. Puede invitar al baile, a un electricidad, a pensar, a emocionarse, y hasta a jurar sobre una Biblia que uno dirá la verdad ante los ojos de Dios, aunque luego se tome otro camino.

3) Split lips, winning hips, a shiner (Shapes and Sizes)

Siguiendo el hilo del anterior comentario sobre Neon Bible, se mencionó que de esta década (la del 2000) no han emanado grandes movimientos musicales como en otros periodos. Una excepción a esta sentencia es lo que ocurre, desde hace un buen tiempo, en Canadá. En el país vecino de los EE.UU, se está gestando una corriente que tiene como materia prima al género pop, y a innumerables instrumentos e ideas deformadas como insumos artísticos. ¿Que sale de esta mezcla impredecible? Nada más y nada menos que canciones inestables, anárquicas y, principalmente, nuevas. El formato pop es un estilo que ofrece muchas herramientas para no repetir fórmulas, y pareciera que muchas bandas canadienses (Broken Social Scene, The Arcade Fire, Godspeed you black emperor, Frog eyes, etc...) han asumido el papel de “científico loco” para incursionar en experimentaciones sonoras que regeneren una vez más a las melodías pop.

Shapes and Sizes es una clara muestra de estas aventuras norteamericanas. “Split lips, winning hips, a shiner” arremete con fuerza desde su primer track, titulado “Alone/Alive”, con guitarras que chillan al ritmo de la voz de Caila Thompson, a veces jugando con la desafinación, otras regalando miel a los oídos. “Head Moving” posiblemente sea uno de los mejores temas del año y conseguiría tal logro gracias al furor que provoca las resonancias causadas por guitarras que suenan al unísono y por el espíritu de estadio que Rory Seydel le impregna al tema

Las explosiones resplandecientes, previa calma, son un signo evidente en casi todos los temas que forman parte del disco. Lo que empieza como pequeñas partículas melódicas, luego son transformadas en enormes misceláneas auditivas que, curiosamente, a pesar de su complejidad, terminan instaurándose fácilmente en la memoria. Sólo cuatro temas escapan de la convulsión: "Grasy corner a sunset", "Canvas skies muslin tres", "One, two three" y "The taste in my mouth" son las delicias a ritmo lento que el álbum ofrece, principalmente “The tase…”, que es una emocionante y exagerada composición en la cual la voz de Caila Thompson toca varios puntos sensibles.

En su web, los Shapes and Sizes definen su música como un tomate que sabe a frutilla, y que aparece [las canciones] en el cerebro cuando te han dicho, por primera vez, que el tomate es realmente una fruta y que todo lo que creías seguro, era una mentira.

Sorpresa: La mejor arma de los Shapes and Sizes

2) Nights Falls Over Kortedala (Jens Lekman)

Jens Lekman es un músico nacido en Gotemburgo (Suecia), y ha vivido hasta este año toda su vida en Kortedala, suburbio del cual proceden varias reflexiones encontradas en "Night Falls Over Kortedala". Posiblemente, con esta obra (artesanal), Jens Lekman se transforme en el ápice de la canción pop-romántica, ya que los doce temas que conforman "Nights Falls..." son gemas conmovedoras que se sirven de elegantes y exquisitos arreglos de cuerdas, inocentes campanas, pianos de salón y samplers de temas clásicos. Los resultados son composiciones sentimentales, a veces ingenuas, otras maduras, pero siempre con la fineza propia de un artesano. El artista nórdico, durante los 50 minutos que dura el disco, hace un breve repaso por sus cálidos recuerdos, ya sea para evocar su primer beso (“I remember every Kiss”, "Sipping on the sweet nectar"), para regalar un gesto apacible a su peluquero de toda la vida ("Shirin") o para hacer un racconto de su niñez, como en ("It Was a Strange time of my life"). Esta última, hermosa melodía, de tintes silvestres, en la cual se incluye un pequeño fragmento perteneciente al, entonces niño, Jens Lekman.

Pero este trovador oriundo de tierras frías también se nutre de sus amores y desamores para producir las mieles que integran "Nights Falls..."En la emocionante "I´m leaving you, because i don´t love you", Lekman, con una voz apesadumbrada, pide disculpas a una chica (Nicole) por no haberla podido amar lo suficiente. Mientras que en “Your arms around me”, “Into Eternyty” y “If I could cry”, el sueco atesora momentos pequeños (pero únicos) con respecto al amor. También hay lugar para la gracia. En "Postcard to Nina", Lekman describe las peripecias que sufre por haberse ofrecido a simular ser novio de una mujer que en realidad es lesbiana, pero no se anima a decírselo a sus padres. “Nina yo podría ser tu novio, y vos podés estar con tu novia. Tu padre es un dulce hombre, pero es difícil para él entender que amas a una mujer”, propone Jens. El título del disco y sus letras rememorativas son un fiel reflejo de la decisión por parte del europeo, de abandonar su Kortedala natal. La monotonía que reina en ese “suburbio infernal” cansaron a Jens, quién se mofa de la forma en la cual sus vecinos se divierten. “Entonces… ¿esto es lo que hacen para divertirse? ¿Juegan bingo y dejan a las máquinas funcionar? Esta noche el premio mayor es un cerdo….Ey! Es un crimen…….G-42! Oh! Voy a hacer una diagonal”, ironiza Lekman.

1) Tromatic Reflexxxions (Von Sudenfed)

El 2007 fue un año de muchos regresos y varios aniversarios. El revisionismo incluyó reseñas de discos (40 años de Sgt. Pepper de los Beatles, 10 de Ok. Computer-Radiohead-), retornos de bandas intenacionales (The Police, The Who, Led Zeppelin) y nacionales (Soda Stereo, Los Gatos), y festejos de estilos (30 años del punk). En la mayoría de los casos, las vueltas carecieron de innovaciones artísticas, ya que se caracterizaron por un conservadurismo funcional al éxito seguro, ya sea económico o artístico.

Mark Edward Smith (M.E.S) es el verdadero salmón que corre contra la corriente. Su historia lo ubica como líder de la mítica banda The Fall y alma-mater del sonido Madchester (de finales de los 70´ y comienzos de los 80´). Utilizando la agresividad instantánea del punk, pero sin cerrar el arco musical, Smith lleva más de tres décadas componiendo canciones caóticas y violentas, propias de un hoolingan alcohólico que escupe todas sus miserias e impresiones en pocas fracciones de minutos. A pesar de no haber logrado un reconocimiento masivo, el carismático cantante podría dormir en sus pequeños pero merecidos laureles. Sin embargo, el inglés rechaza esa comodidad para aventurarse en un proyecto ambicioso y polifacético que tiene como nombre Von Südenfed. Completan esta agrupación los alemanes Mouse On Mars, pioneros del electro-dance y sabios creadores de atmósferas inorgánicas, excitantes tanto para el baile físico como espiritual. Entonces...por un lado tenemos a un anglosajón de raíces punk, pero que le escapa al encierro artístico, y por otro a científicos teutones con sus experimentos electrónicos.

El resultado es "Tromatic Reflexxxions", un disco bizarro, sexy y extremadamente provocativo. La voz de de Smith despacha toda su mala onda, su soberbia (“Esta noche soy el dj, porque la música que paso es jodidamente mejor que la de los demás”. "Fooded"), sus rastros de alcohol, su precioso y sucio spoken word (palabra hablada). Estas particularidades del inglés se adaptan naturalmente a los ritmos dance-funk de los germanos Mouse On Mars, quienes dan una lección de cómo se puede crear sonidos orgánicos y vívidos con una instrumentación en apariencia “fría”. Las pistas de baile encontrarán en "Tromatic Reflexxxions" un compendio de temas dinámicos, pero con contenido, buen gusto, y, principalmente, con mucha “sangre”, la cual es aportada por el verborrágico Mark Smith.

En 1977 M.E.S fundaba a los subvalorados The Fall, quienes re-definieron el sonido Madchester, y se transformaron en el perfecto hibrido entre el punk y el rock bailable. 30 años pasaron y Mark E. Smith patea por el culo a toda nostalgia de callejones sin salidas, y plasma, junto con los alemanes Mouse On Mars, un disco de innumerables estilos (ambient-dub-techno-punk-rock., etc…) y de infinitas escuchas.

Haciendo uso de una frase conocida, se podría decir que Mark Smith no está muerto, y, a diferencia de muchos, tiene con qué comprobarlo.

3 comentarios:

Rocío Vargas dijo...

jjajja!!! me río por el solo hecho de que antes de leer el post decidí ver las fotos y preguntarme quien tenía cara de drogadicto y quien no... levantarme temprano me afecta, pero nunca pensé que tanto!

Anónimo dijo...

la verdad me deslumbro el oido the fall no pense que me iva acaer bien esa banda , ese disco que llevaste a necochea creo que me libero bastante la mente especial mente el tema como le puse yo jajajjajajajaj ( que caripela la del del tipo aproposito es una especie de tokker el de loco por marie nose si escribi bien el nombre del personaje jajjapero me hizo acordar a ese ) bueno saludos ,,,cuando te pinte escribite una bio de el otro yo a pedido mio saludoxxxxxxx junam a mxpx mxpx!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

escribi re mal mi nombre jajaj y son las 2 de la mañana ,,i zi jaja juanma mxpx mxpx!! ahora esta mejor