lunes, octubre 20

Tape: "Luminarium"

Ruidos simples. Canciones desarmadas que a pesar de mostrarse en maquetas, suenan como un todo. Basándose en un sistema cartesiano, Tape elije una forma de concebir la música partiendo de las partes más simples para llegar a las más complejas. . Cuando uno escucha su disco titulado “Luminarium” entiende este proceso racional.

No obstante, Tape no sólo sorprende por su costado inteligible en cuanto a la construcción analítica de sus canciones, sino que también se ocupa de la parte sensitiva con piezas bucólicas, comandas por guitarras acústicas que entran en perfecta concordancia con los sonidos naturales aleatorios que rodean a las canciones. De esta manera, el grupo oriundo de Suecia encuentra en su experimento formas sistemáticas y cálidas al mismo tiempo. Elementos objetivos y subjetivos. Sonidos que a pesar de su perceptible apego por las extrañezas no pierden su carácter emocional, logrando así una conjunción de paletas sensoriales dispares y multifacéticas, para nada uniformes. Sus instrumentaciones pueden resultar un tanto frías a priori, pero gracias a sus lineamientos melódicos no caen en la indiferencia electrónica tan en boga hoy en día.

Tape produce una nostalgia típica de quiénes añoran tiempos en los cuales los vinilos eran (más que un) soporte físico para contener una obra artesanal. En este caso, puede tomarse la atribución de pensar que, debido a la ubicación temporal del grupo, Tape sitúa al cassette como elemento de antaño y por ende rememorativo, con el cual el conjunto lleva a cabo su mezcla de objetos reciclados con las nuevas posibilidades tecnológicas. Esta intención posmoderna de reciclar viejos sonidos a través de las nuevas oportunidades técnicas da como resultado no sólo la imposibilidad de catalogar a este grupo, sino que también termina caracterizando a “Luminarium” como una música atemporal y sin un espacio fijo.

No vale la pena remarcar una u otra canción como núcleo de este propósito, ya que, a pesar de contar con muchas variantes auditivas, el disco en su totalidad es un compendio de resonancias introspectivas en estado de iniciación. No busquen encontrar canciones “redondas”. Menos aún letras. Tape no intenta llenar los espacios compositivos. Su plan es crear climas en estado latente, manifestaciones que podrían ser completadas, decisiones que quedan a mitad de camino entre lo que podría haber sido y lo que, en definitiva, es. Un sueño fugaz e incompleto que uno intenta no olvidar fácilmente cuando despierta. Afortunadamente para nosotros, tenemos la posibilidad de volver a reproducir estas alucinaciones cuando uno lo desee y así comprobar si se trata de algo perdurable o no.

No hay comentarios.: