lunes, octubre 26

Heaven knows I'm miserable now (The Smiths)

Hay un archivo PDF que, seguramente, los aduladores de Morrissey (entre los cuales me incluyo) ya deben conocer. Se trata de un compilado de traducciones de las letras del cantante inglés, ya sea en su faceta solitaria (llega hasta You are the Quarry) o con su grupo The Smiths.

Siempre me han fascinado los textos de Morrissey. Consigue entremezclar, de manera natural, diversos temas, en apariencia, incompatibles. El artista oriundo de Manchester puede, en una sola melodía, dar signos de su ambigüedad sexual, ironizar a sectores conservadores, jugar a ser un chico tímido e intelectual con frases ingeniosas que también puede decir un “te amo” sin miedo a caer en el clishé.

No obstante, la canción y letra que caracterizaré a continuación es de la más simple. Pero no por ello deja de asombrarme. Creo que fue hace unos seis años atrás cuando trabajaba en una fábrica (recién terminaba el secundario) y escuché esta melodía. A veces existen oraciones muy comunes. No son grandes ideas provenientes de un proceso complejo mental. Pero, en determinado contexto, pueden causar un temblor emocional. “¿Por qué regalo mi valioso tiempo a gente a la que no le importa si vivo o muero?”, se pregunta Morrissey y de repente algo tan obvio y sencillo se mete en mi cabeza y tardará mucho tiempo en salir. Cabe señalar que el músico ya había contextualizado la situación antes de mencionada frase al admitir que “era feliz en la bruma de mis borracheras. Pero el cielo sabe lo desgraciado que soy ahora. Buscaba un trabajo y lo encontré. Y el cielo sabe lo miserable que es ahora mi vida.”

El trabajo en la fábrica puede volver loco a una persona a través de dos caminos. O bien soportando día a día el encierro, los horarios abusivos, el magro e irregular sueldo, etc...O peor aún, si se logra superar estos obstáculos (situación que afortunadamente no conseguí) puede uno naturalizarse con las condiciones laborales mencionadas y transformarse en un robot programado. No creo que Morrissey haya reducido su gloriosa frase sobre el tiempo valioso regalado al ámbito estrictamente laboral. Pero, en aquella ocasión, lo sentí tan directo, tan personal. El tema (musicalmente hablando) es un canto a la primavera. Difiere mucho de su letra resignada y perdida. La guitarra de Johnny Marr (guitarrista de The Smiths) invita a un baile primaveral, en el cual el ocio y la libertad son la pareja perfecta para tal danza. Personalmente, tuve suerte. Me costó un año librarme del empleo fabril. Y si bien actualmente sigo cediendo tiempo de mi vida a personas insignificantes, las condiciones son bastante diferentes. Y puedo preguntarme, de manera alegre, “¿Por qué le sonrío a gente que preferiría darle una patada en el ojo”?

Archivo PDF

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