martes, abril 28

Fuera de foco

La noticia sobre los hijos no reconocidos del presidente del Paraguay, Fernando Lugo, está siendo tratada, en la mayoría de los medios, con poco acierto. Las miradas apuntan hacia sectores menos significantes que otros. Para empezar, es muy fuerte la crítica de orientación religiosa, debido a la violación al régimen del celibato en el que incurrió el presidente paraguayo. Lugo mantuvo relaciones sexuales mientras era obispo. La falta al devoto reglamento es clara y susceptible de acusaciones dentro del círculo divino. Pero este reproche es insuficiente y segmentario. No merece tener una exposición importante. Por otra parte, sí es merecedora de primeras reflexiones, el machismo reinante y evasivo que domina al Paraguay, país en el cual el 50% de las madres son solteras y único sostén económico-emocional.

Otra arista poco transitada del caso Fernando Lugo es el posible delito de estupro, ya que del primer hijo aparecido (y posteriormente reconocido) lo tuvo con Viviana Carrillo, madre del primer hijo aparecido (y posteriormente reconocido), sostuvo que el mandatario paraguayo mantuvo relaciones con ella cuando tenía 16 años, siendo empleada doméstica en una casa de familia afín al presidente. La legislación paraguaya establece como delito la relación entre un hombre mayor de edad (sea obispo, mecánico, médico, etc.…) y una adolescente entre 14 y 16 años.

Así como el incumplimiento al celibato impuesto por la iglesia es un tema menor y fragmentario, no lo es el silencio de la propia institución, mudez que la hace cómplice de las aberrantes acciones del primer ministro paraguayo. "Esta es una cosa conocida ya desde hace años... es verdad que se fueron destapando en el año 2002, 2003, 2004 y todos estos casos de Lugo lo llevaron a irse del episcopado" (monseñor Livieres Plano: INFOBAE).

Por su puesto que la falta de credibilidad a futuro es un elemento también muy importante. Ante un presidente que se maneja de tal manera, ¿Cómo poder confiar en él? ¿Con que moral, equidad y justicia puede gobernar un país?

Mientras tanto, la presidenta de Kirchner, o Cristina Fernández de Kirchner (como más se deseé) pareciera sumarse a los medios que toman la noticia como un suceso típico del periodismo amarillo. Según el diario Los Andes, la mandataria se refirió al tema, diciendo que "son cosas que ponen color en los medios de comunicación".

1 comentario:

clau dijo...

La verdad que desconocía el dato de que el 50% de las madres en Paraguay son solteras y único sostén de sus hijos. Pero coincido con tu enfoque: debería importar menos que haya violado el celibato, y más que haya cometido un delito punible penalmente. La gravedad de lo segundo (y más tratándose de un primer mandatario) deja casi en una anécdota lo primero.

Pero los medios de comunicación nos tienen acostumbrados a estos manejos completamente insustanciales, desviando con inusitada frecuencia los que deberían ser los verdaderos ejes del debate.