Sensaciones muy encontradas me provocó esta película. Por un lado, es notable la graciosidad con la cual Nikolaj Arcel filma la crisis personal y creativa de un guionista que acepta su infelicidad el día en el cual se compromete a tener una familia con su mujer de hace diez años.
Truth about men sigue de cerca a su personaje sumido en el caos de no saber lo que quiere, pero con deseos de quererlo ya; y lo hace con mucha gracia, mediante flashbacks y representaciones mentales fallidas. Desafortunadamente, la lógica del filme llega a sus propios límites hacia el final. Sin ser un happy end, Nikolaj Arcel bendice a su interlocutor de manera arbitraria, con un poco de edulcorante incluido y malogra, parcialmente, todo el trabajo anteriormente construido.
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