Película simple, liviana y con varios gags muy logrados, a cargo de los dos personajes mayores. El filme cuenta la vida de un joven vendedor de colchones que tiene una obsesión muy particular: Adoptar un bebé chino.
No hay mucho para analizar. Durante la obra, el joven conoce a una irresistible chica y comienza a lidiar con esta relación. Son varios los chistes y escenas disparatadas las que encajan. Pero al mismo tiempo, un ambiente previsible y “color de rosas” acompañan a la película.
Una obra correcta e intrascendente para un festival de cine que se jacta de ser “original”.
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