miércoles, abril 16

Antes de que el diablo sepa que estás muerto

Las expectativas que uno deposita en determinadas situaciones (en esta caso el Bafici), a veces, puede ser sobredimensionadas. Uno se vuelve exigente y pretende ver algo que pocas veces ha visto. Formas originales de contar una historia, actuaciones alejadas del clásico libreto (ya sea el dramático, el cómico, el de suspenso, etc...), bandas de sonido (si es que las hay) no tan explícitas con respecto a la imagen, entre tantas otras particularidades.

Más allá de que la responsabilidad personal (cansancio físico, esperanzas sobrevaluadas) cumple un papel importante en el descreimiento de un filme, existe otro elemento superior que puede causar la ira del espectador: La desubicación. "Antes de que el diablo...." no podría jamás integrar la grilla de un Festival de cine que es elogiado por poseer "una mirada" diferente en comparación con el cine "standart".

El enojo es tal que cometo un grave error. No tengo ganas de describir la película y menos cuando un compañero del Instituto Grafotécnico encontró la mejor frase para describir a esta película: "Una peli de Cinecanal". Exacto! Ni más ni menos. Es necesario remarcar que si bien la frase descriptiva de mi futuro colega la considero como una marca negativa, la molestia no viene tanto por el contenido en sí del filme, sino por las formas.

Siempre hay una primera vez. Y ocurrió. Abandoné la sala del Cosmos faltando 20 minutos para el cierre del largometraje, tiempo suficiente para sentir la dura masa polar que atravesaba las calles del centro, y emprender el largo camino de vuelta hacia casa. Darle descanso, por un día, al cuerpo y espíritu por igual, y prepararse para la segunda parte del festival.

No hay comentarios.: