jueves, abril 17

Munyurangabo

Lee Isaac Chung es estadounidense, de ascendencia coreana, y, como bien señala la página del Bafici, pocas ganas tuvo de realizar su ópera prima de manera cómoda y efectista. Para empezar, se trasladó hasta Ruanda (África) para filmar una historia sobre un joven que abandona el sector "urbano" del país para adentrarse en los vastos campos, en busca del asesino de su padre. Este muchacho tiene dos acompañantes en su recorrido de venganza. Un amigo y un machete, con el cual intentará ajusticiar al responsable por la muerte de su padre, ocurrido durante el genocidio que sufrió la comunidad watutsi. “Munyurangabo” es un sorprendente filme que trata sobre las divisiones culturales que provocan charcos de sangre en un país y mantienen a una nación en un estado de pobreza terminal. Lo admirable de la película es el tono con el cual están narradas estas concepciones.

No existen discursos solemnes ni banda de sonido hiper-dramática. Las discriminaciones, los resentimientos, la pobreza y otras tantas duras realidades africanas son reflejados por la película de manera sutil y silenciosa. Con actores no-profesionales, y filmada en 11 días, “Munyurangabo“ no arrancará los aplausos de un público "made in Hoyts", demasiados atentos a sus celulares, pero sí tendrá una amplia recepción en círculos en los cuales se admire las formas no convencionales de representar las innumerables consecuencias que provocan los odios étnicos-religiosos y culturales.

1 comentario:

Corto Maltés dijo...

Munyurangabo es el nombre de un guerrero mítico ruandés que hará frente a todas las batallas. También es el nombre del protagonista de esta fantástica cinta, un joven Tutsi que busca al asesino de su padre en el genocidio que, como un tsunami, asoló Ruanda dejando un millón de muertos en cien días. Destaca el lirismo del paisaje, los silencios, los planos calculados, la cámara al hombro... la banda sonora, la fotografía. Lee Isaac Chung realiza un excelente trabajo minimalista para expresar que la reconciliación y la justicia son deudas pendientes de la actual Ruanda.