Francesca es una mujer quien decide viajar a Italia (ella es rumana) para trabajar en un jardín de infantes para niños rumanos. Claro está que para lograr tal objetivo, la docente deberá pasar varios obstáculos: La falta de apoyo de su padre, un novio con serias (y peligrosas) deudas y las propias inseguridades de la protagonista.
El filme de Bobby Paunescu es una construcción lineal y llevadera, apoyado íntegramente en las idas y vueltas de Francesca y su deseo migratorio. Buena parte de la obra se encuentra enmarcada dentro de una problemática xenofóbica, en la cual los rumanos son considerados “peligrosos” en Italia.
Si bien la hora y media que dura la película transcurre con naturalidad (con el efecto dramático in crescendo), "Francesca" termina por expresar de manera acotada y liviana su discurso, dejando una sensación un tanto insulsa y poco recordable.
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